18 de noviembre de 2010

Carta a mis Enemigos

“Te amo. Y no seria la mitad de quien soy sin vos, lo juro.
Es tu odio profundo lo que me da fuerzas para seguir adelante, exactamente a mi manera.
Solo prométame que nunca vas a dejar de odiarme, o no se si la vida continuaría a tener sentido.
Caminaría sin encontrar un propósito por las calles. Estaría inseguro, sin saber que hice mal. Si alguien como vos, no me odia, es porque, por lo menos, no estoy expresándome como debido.
Yo sé que vivís hablando de mí por mis espaldas siempre que tenes una oportunidad, y ese tipo de propaganda no tiene precio.
Aún más cuando es enfática como la tuya – todos quedan interesados en conocer una persona que es así, tan opuesta a vos.
Y convengamos: no existe elogio mejor que el ser odiado por los odiosos, y por los más odiables motivos.
Entonces, ser execrado por tu persona funciona como uno de esos exámenes médicos más graves, en que “negativo” significa el mejor resultado posible.
Mira, mi gratitud no tiene limites, porque se que podrías estar muy bien haciendo otras cosas aparte de odiarme – cuidando de tu propia vida, dedicándote más a tus problemas, estudiando un poco.
Pero no: por alguna razón preferís gastar tu precioso tiempo odiándome.
No se ni si soy merecedor de tamaña consideración.
Bueno, como ya debes haberte dado cuenta, esta es una carta de amor.
Y, como toda buena carta de amor termina llena de promesas, acá están las mías:
Prometo nunca decepcionarte haciendo algo que te guste. Mucho por lo contrario, me estoy perfeccionando para así poder realizar las cosas que deberán seguramente hacerte enojar aún más conmigo.
Prometo no cambiar, principalmente en los detalles que más te vuelven loco. Sin olvidar de siempre intentar descubrir nuevas maneras de hacerte enojar. Prometo jamás responderte a la altura cuando seas, eventualmente, grosero conmigo, al verbalizar tan inmenso odio. Porque se que eso te haría quedar feliz con una actitud mía, siendo una amenaza para el sentimiento tan puro que me dedicas.
Prometo, por último, que, si algún día, en una de esas vueltas que la vida hace, dejas de odiarme sin motivo, mismo así continuare a amarte. Porque no soy de esas personas que olvida de alguien que contribuyo tanto para su éxito.
Es una lastima que no me estés viendo en este momento, inclusive, porque te encantaría mi sonrisa de agradecimiento – y me odiarías más aún.

Con amor, tuyo para siempre.”



1 comentario: