31 de enero de 2011

Brócolis

Conocí gente, uno siempre conoce gente cuando viaja. Y una de esas amistades de verano nos invitó, a mi hermano y a mí, a una cena con unos chicos que se hospedaban en un hostel cerca mi casa. Y había de todo.
Pintores, actores, poetas, músicos, hippies, vagos, viejos divorciados, viejos viejos, vegetarianos, misioneros, mochileros y mucho más.
La cena consistía en que cada persona debería llevar algo de comida y allá probar cosas nuevas. Como obviamente, mis capacidades culinarias se limitan a huevo frito y salchichas, incentive a mi hermano, el cocinero, que hiciera algo especial. El maldito prepara un riquísimo escondidinho, una comida brasilera que nos les pienso contar de que consiste, porque me divierte dejarlos ahogados en curiosidad.
Llegamos al ya mencionado hostel y fuimos saludando a la gente. El lugar era hermoso, toda una onda playera y una arquitectura de los tiempo del Brasil Imperial. Me quedé unos buenos minutos perdido en las curvas y rectas, en los colores y formas del lugar. Al final nos sentamos y empezamos a comer.
Había mucho alcohol en la mesa, sin joda, había demasiado. Entonces sinceramente, después de sentarme solo tengo algunos flashes de memoria de lo que realmente pasó.
Me acuerdo de comer hommus, de mucho vodka, de cantar en voz alta, de discutir sobre los derechos de los homosexuales (siempre estuve muy a favor), de futbol, religión, mujeres y de brócolis.
Eso del brócolis, es lo que mejor me acuerdo y por culpa de una frase. Una muy perturbadora, pero excelente frase.
Uno de los platos era algo hecho de brócolis, pero el olor y la apariencia no eran muy tentadores. El sabor no se, pero me imagino que tampoco.
La chica, una rubia finlandesa muy bonita, no entendía porque la gente no probaba su horrible comida y pide a uno de los chicos una explicación coherente.
El chico dice las palabras que hicieron valer la pena salir:

- Es que los brócolis son como el sexo anal, si te fuerzan a probarlo cuando niño, no te van a gustar cuando sos mayor.

Me reí y me fui feliz.


2 comentarios:

  1. JAJAJAJAJAJA..

    Hay huecos que no están diseñados para tales fines, que no me jodan jaja

    El brócoli es.. nose, muy brócoli.-
    Ahora tu limitación culinaria de huevos fritos y salchichas, son lo mejor que te puede pasar despues de volver en pedo y buscar ese taper salvador en la heladera que te devuelve el alma al cuerpo jajaja

    Y me decís ami alcohólica, lo mio es la cerveza, lo tuyo es el vodka! Bebidas blancas que pegan si las hay!

    Me voy a dormir, soy un ente.. uno importante!

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  2. no hay forma de que haga ninguna de las dos! xD eso es lo q tienen en comun xD

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