20 de enero de 2011

Celeste

Celeste no sabe ser tímida. Es una de esas personas que creció para aparecer. Le gusta ser atrapada, ser llevada de la mano y de entregarse sin pensarlo a un mundo nuevo.
Es masculina y protectora, aun siendo femenina y sumisa. Meticulosa en su vestir y comportarse. Es también capaz de crear un caos espantoso en su manera de actuar.
Sus mundos son singulares y peligrosos, deseosos de la libertad, del éxtasis y del desapego.
A veces en las fiestas de la noche la encuentro bailando sola, dando vueltas, moviendo su cuadril y seduciendo con su pelo, haciendo con las manos dibujos que solo tienen sentido en las mentes más creativas.
Despreocupada, ella me ve y sonríe.
La he visto sonreír más de mil veces, es una de mis partes favoritas del día. Pero esa sonrisa, la sonrisa de Celeste va más allá de todo lo que he sentido o probado.
Es mi mejor amiga, es la persona que conoce mis debilidades, mis tristezas, mis alegrías y amores. Que tiene mi total confianza para toda la eternidad.
Me vuelve loco, me hace odiarla, la tengo que rescatar de mil problemas, y lo mejor es que lo volvería a hacer infinitas veces más. Porque ella vale la pena.
En la guerra entre la magia y la realidad, la victoria final habrá tenido la magia? Tal vez algún día el sacerdote y la magia hayan sido uno solo, pero el sacerdote habiendo aprendido la humildad ante Dios, ha cambiado el encanto por la oración.


1 comentario:

  1. Ojo, cuidala que las "personas espejo" esas en la que ves tu reflejo.. están en vías de extinción, y sobre que son pocas, el resto se camufla con ellas..

    Los pañuelos de mocos, el aire acondicionado en los 40º y los amigos de fierro son pocos y de lo que hay poco, hay que saber perseverarlo.. ;)

    Sos afortunado, brindo por eso!

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