6 de febrero de 2011

Esa Última Carta de Amor

Hola, otro simple hola.
Sabes que me dio mucho gusto que respondieras a mi petición aunque fuera escribiendo, me hubiera dado tanto gusto verte y platicar aunque fuera de lo mismo que nos dijimos, pero se que te he defraudado tantas veces y en tan distintas formas que no puedo pedir mas, lo se. Siempre he sido yo el cobarde en esta relación nuestra y vos la fuerte. Ahora que se que has leído todo lo que te escribo por correo, tengo un poco de fe en que podrás leer pronto todo lo que te he escrito, o por lo menos verlo.
No tengo hoy la certeza de nada, digamos que estoy pasando un periodo gris en mi vida y aunque pienses que es el motivo de mi insistencia, quiero decirte que mi único motivo era y es y fue el verte, nunca he sido bueno hablando con la gente y creo que tampoco lo he sido escribiendo; solo a ti te gustaban algunas cosas de todo lo que escribía.
Imagínate por un momento esta imagen son las 3:20 de la madrugada de hoy miércoles 2 de enero, yo en un cuarto blanco, cuatro paredes para ser exacto, un piso de cemento pintado de rojo, mal pintado de rojo, a mi derecha la única ventana que afortunadamente da al mar, muy a lo lejos pero se alcanza a ver, una vieja cama y una vieja mesa de centro como la que tenia en casa Roberto, cuando te conocí; estoy sentado con una computadora en las piernas observando el mar y recordando. Que imagen no.
Hoy recordé muchas cosas pasadas que pensé que había olvidado, me han visitado muchos momentos que guardaba en mi mente y mi corazón tan fuertemente y me han visitado para despedirse, con ayuda del mar, de la noche y de la luna, que fuera mi confidente y amiga desde hace unos años. He logrado darle su tiempo a cada uno y me ido despidiendo de todos, no te miento algunos aun con un par de lágrimas y unas causas en mis palabras. Hubiese querido decirte que si querías que esto que estoy haciendo no ocurriera, me lo dijeras pronto, pero veo que no puedes hacerlo, por el motivo que sea y es lo mejor.
En un rato mas amanecerá y siguen llegando recuerdos, como aquel en que salimos al museo los tres, vos, Roberto y yo; o cuando te presenté a Ilich o cuando cargaba a tu hermana en la espalda debajo de tus escaleras; entre otros tantos que prefiero no mencionar por que ya se han despedido o bien, porque no quiero que se me agolpen todos y se junten, así juntos, no podría hacer lo que estoy haciendo ahora. Escucho el viento y abro la ventana, huele tan bien, la brisa es fuerte, aunque yo sigo sudando como pocas veces lo he hecho.
Me he desviado un poco de estas letras pero créeme cuando te digo que el momento te atrapa, nunca me imaginé que fuera así este instante en que siguen llegando los recuerdos, así se siente después de haber guardado tanto en tanto tiempo, quien pensaría que necesitaba de ti para llegar a este punto, a este momento en donde estoy dejando ir tantas cosas. Pensé equivocadamente que había perdido muchas de ellas solo veo que no sabía donde estaban, como cuando no sabes donde dejas las llaves y las tienes en la bolsa de tu pantalón favorito.
Son ahora ya las 5 de la mañana y quiere comenzar a clarear, mucha gente me ha dicho que no es lo mismo ver como sale el sol en el mar de Río a mirar una puesta en el mar de Acapulco, yo que he visto las dos tengo que aceptar que tiene razón, no es lo mismo. El atardecer o puesta de sol en el mar siempre inspira al romance, a la melancolía, es como cuando cambias la página de un libro, ese instante en que te permites reflexionar lo pasado, y el amanecer, esa imagen del amanecer es la viva idea de que siempre sale el sol para todos. Imagina este momento, tengo que ir a la playa a ver este amanecer no me puedo quedar aquí, acompáñame, solo en este momento se que te necesito a mi lado para hacerlo. En el camino seguirán llegando los recuerdos y se irán despidiendo con el viento.
Llegamos, son las 6 de la mañana casi, y el sol está a punto de salir, y es cierto la tranquilidad que se siente, la paz de la imagen, se ha terminado el viento, ya no se siente ninguno, está solo el aroma a mar, arena mojada, se siente increíble la arena entre los dedos de mis pies, escucha a algunas gaviotas que tampoco podían dormir, parece que sabían que íbamos a venir; que bueno que me acompañaste hasta aquí y que viviste un poco de todo esto que estoy viendo ahora, que bueno que eres quien eres y que fuiste quien fuiste, que bueno fue el destino, al hacer que te encontrara en mi vida, que sabio es ahora. Que bien que estas aquí conmigo en este instante, porque eres el recuerdo mas fuerte y vivo que necesito despedir. No quisiera y entiende estas lagrimas mías que también han querido despedirse. Aquí te dejo mi corazón. Una gran parte de mi corazón que también se quiere despedir y es el mas agradecido contigo, pues sabe ahora hasta donde puede llegar a amar. Entrego ahora mi memoria que guardo tanto tiempo los mejores 3 años de mi vida y ahora descansa un poco, pero también añora y extraña. Aquí te dejo mis palabras, aunque arrepentidas un poco y entrecortadas por el sentimiento, no tienen mucho que decir pero aquí están. Están también, mis ojos, que les hubiera encantado llevarse una última imagen tuya, pero que te agradecen el haber permitido verse reflejados en los tuyos en muchos días. Está mi boca, que aunque es quien menos pareciera en esta despedida, es quien mas te extraña y de quien me va a costar mas trabajo quitar el recuerdo de tu sabor y de tus besos. Y en general, aquí está mi piel y mi cuerpo que te amó sin saber hacerlo, con la timidez y la pasión de quien hace las cosas por primera vez, con la inexperiencia de los pocos años vividos, sintiéndose culpable aún de tu partida. Te dejo en este lugar la mitad de mi alma porque se que si no lo hago ella jamás va a dejar que te vallas, jamás va a aceptar lo que estoy haciendo. Aquí están por último mis sueños, tantos y de hace tanto tiempo que los tengo contigo que finalmente te pertenecen. Ya amaneció y en una imagen hermosa ver como el sol se desprende poco a poco del mar. Me contó mi abuela alguna vez que si pones
atención al sonido, se escucha bien como el agua se evapora cuando deja salir al sol.
Que hermoso es este sol de enero el cual me ha ayudado a despedirme de ti, lamento las inclemencias de la arena y lo pronto que te saque de donde estabas. Sacudámonos la arena. Le doy una mirada al cielo y me voy, en esta ocasión a diferencia de la primera en que tu partiste uno de entre muchos días de Agosto y yo solo me quede mirando como lo hacías, ahora no, en esta ocasión tu eres quien se queda aquí y yo me voy a retomar mi vida desde donde sea que se encuentre.
No se en que se ha convertido esto que he escrito pero podrías llamarle novela o cuento pero creo que es una carta. Es aquella que jamás me había atrevido a escribir tan sincera. Todas las cartas han de terminar con una PD, y viene a mi mente un recuerdo ultimo y como dijo uno de los grandes poetas muertos “Aunque sea este el ultimo dolor que ella me cause y estos, los últimos versos que yo le escribo.”
PD: Te amo.


5 comentarios:

  1. :'( .... me siento tan identificada con esa despedida... solo q yo nunca me voy a animar a despedirme de esa persona que podria llevarse la mitad de mi alma... es hasta ahora lo mejor que has escrito...

    fuerza buddy!

    ResponderEliminar
  2. No me gustan las despedidas, es una cosa que no NO NOOO me gusta :(

    ResponderEliminar
  3. muy bueno querido!
    estuve en la sebastiana, una de las casa de ese gran poeta muerto...no pude ir a la q esta en la isla negra, dicen q esa es la mas linda de las casas de neruda!
    q manera de despedirse.
    me gusto mucho la parte en la q hablas de la puesta de sol en Acapulco y el amanacer en Rio..

    ResponderEliminar
  4. Eso es lo que pasa cuando compartis tanto con alguien tanto tiempo.. empiezan a caminar por el mismo camino y cuando este se termina y no tiene salida se te viene encima.
    Cada recuerdo, cada cosa, cada palabra se te revela en forma de recuerdo y te hace eco en la cabeza..
    Es dificil dejar ir a alguien, es dificil cuando la ausencia fisica es proporcional a la presencia en tu cabeza..
    Yo todavía no lo logro.-

    Nada que ver, pero quiero vacaciones de nuevo, los finales me rompen las alegrias y me borran la sonrisa

    ResponderEliminar