4 de marzo de 2011

Madurar y Volar

Venís a buscarme, me haces preguntas y me pedís consejos. Ya te dije antes y te lo vuelvo a decir ahora, no soy el dueño de la verdad. Sólo puedo decirte lo que siento y lo que haría.

Vivimos muchos momentos y en los cuales no faltaron tristeza, lágrimas y amargura. Y también estuvieron presentes esas noches donde las ideas negras daban vueltas en nuestras cabezas.

Pero hay algo que es distinto en nosotros. Yo aún le sigo dando pelea a la vida, y vos no. Aceptaste el castigo de vivir siempre con ese dolor y hacer eso solo empeora las cosas. No me he dejado vencer por obstáculos y siempre traté de superarlos. Vos los ves con impotencia.

Y me pregunto… Por qué te haces eso?

Ya te dije que tenes que abrir tus alas, la una completamente y la otra por la mitad. Primero tenes que recuperar las ganas de volar, y solo entonces decidir por empezar a volar y romper nubes pasando por tormentas para alcanzar el dulce calor del Sol en tu rostro, ese calor que te ciega con su fuerza.

Si intentas, vas a ver que no es tan difícil ser feliz. Pero sin intentar, sin proponerse, es prácticamente imposible que lo logres.

Decíme de que te sirve borrar el brillo de tu mirada por el enojo que te invade a la mañana? Y Por cual razón toleras que sentimientos rotos te invadan, incitándote y provocando dolor? Crees que de esa manera vas a salir de ese estado deprimente en el que te encuentras? Deja de pensas así!

No dejes que el tiempo que pasa siga dejando sus marcas de angustia en tu corazón y de desolación en tu memoria, porque ese es un peso demasiado grande para cargar, y como un imán vas a atraer tanto resentimiento hacía todo y hacía todos, incluso hacia aquellos que están a tu lado y vienen a tu auxilio cuando más los necesitas. Va a ser en ese momento en el que habrás perdido absolutamente todo, porque vas a encontrarte en la más oscura soledad.

Empeza una vida nueva, dedicándote a ese nuevo desafío con toda tu energía. Empeza de nuevo, para poder así ser feliz.

Dejarse guiar por lo que dicta el corazón. Lo único que hace falta es darte la oportunidad de sentir que haces algo por vos mismo.

Es ahí donde se encuentra nuestra verdadera fuerza, en estar preparados para el cambio y aceptando los desafíos que nos hace la vida, sin cargar a otros con la responsabilidad de nuestras propias carencias.

En el momento que entendemos eso, maduramos, finalmente crecemos.



2 comentarios:

  1. no se por que pero me sentí muy identificada xD.... .__. espero que hable d ealguien mas xD beso t quieroooo

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  2. jajaja todo el mundo me dice que se siente identificado :P
    es pq a todos nos pasa eso, no?

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