17 de agosto de 2011

Las Reglas del Juego

Existían, en aquellas mezclas de relaciones, cosas muy o nada convencionales. Había núcleos de consejeros y confidentes, había besos en la boca, abrazos sinceros y abrazos forzados, lágrimas, sexo, carcajadas sinceras y carcajadas forzadas. Había sexualidad, hobbies en común que aproximaban las proximidades sin apoyo alguno, había muchas historias para contar, había mucha inteligencia, pero también actitudes impensadas, infundadas. Había brindis.
Había pasiones. De todos los tipos, formas, tamaños, colores y texturas. Al primero le gustaba la segunda que sabía y fingía que no sabía, a la segunda le gustaba el tercero que también era amado por la cuarta, amada por el quinto, la cuarta sabía y no quería y sobre el tercero, se sabía o de que quería, nadie nunca sabia.
La sexta amaba al séptimo. También se sabía poco o casi nada del séptimo y de la sexta y el quinto, además de amar a la cuarta, también amaba a todo el mundo. Igual que la octava.
Había un mundo adentro y afuera de allí, había 16 ojos, mirando hacía 32 mundos distintos. Cada uno podría salir en el momento que deseara, no había cadenas ni castigos, pero salir podría causar arrepentimiento eterno, mismo que quedarse pudiera doler, y mucho pero lo importante al final era eso. Lo importante era sentir.



2 comentarios:

  1. Me gustó el texto augus. Me hizo pensar en el olimpo griego, donde los dioses viven las pasiones humanas al extremo y a veces todo parece una gran confusión, un absurdo.

    En este momento no estoy tan de acuerdo en que sentir es lo importante, a veces el sentir se torna insoportable... tal vez tanto como el no sentir...
    Hoy estoy con un estado de ánimo bastante pragmático, si se quiere, y quiero saltar del mundo que describís
    Qué puto sentido tiene sentir lo que siento???
    Si te cansas de extrañar, por qué no dejas simplemente de hacerlo y ya?
    Hoy no es mi día, estoy saturada. Me voy a dormir...

    ResponderEliminar
  2. muy bueno che!yo si creo q sentir es lo importante. Lo que no es tan relevante es "QUE" sentimos...ya sea odio o amor, desprecio o adoración, vulnerabilidad, debilidad y miseria o, invencibles, fuertes y alegres...lo importante es sentir, si no nos volveríamos vacíos!

    un abrazo

    ResponderEliminar