8 de marzo de 2012

Devaneos Entorpecidos

Derramando sangre caliente sobre la lujuria interminable de un mundo que se niega a querer sentir. Por eso intento seguir con la vida de la misma manera que ayer, sin santos ni putas, sin vida y sin muerte – y de esa manera, sin complicaciones – son todos bocetos en vano que tiemblan en un plano nuevamente incierto. Vuelvo a seguir un grueso hilo de devaneos, mientras se entorpecen uno por uno y rápidamente los sentidos de todas las personas en el bar de medianoche.
Rehúso totalmente a las formalidades – pero a veces las exagero – en una buena porción de bipolaridad de
espíritu errante. Fui y soy apenas yo mismo, cierto e incierto. Y mañana seguiré así. O al menos, lo intentaré.



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