23 de noviembre de 2011

Escribir

Si no es por el comienzo, entonces por donde? Clichés me agradan, banalidades me sorprenden. No es necesario frases elaboradas o construcciones épicas, un dios cualquiera para la inspiración, u horas en el ejercicio de saber ver las cosas insignificantes. La única certeza es la de que la satisfacción solo llegara con el cansancio. Y el cansancio solo amenizara la decepción por el hecho de que las construcciones no salieron  como planeadas. Pero ningún ingeniero articularía bien donde mejor se adaptaría la colocación de los verbos o de los sustantivos abstractos. No esta en escuchar buenas músicas, asistir a los grandes clásicos del cine o ignorar las pelotudeces de la televisión. No hace diferencia si esta en las líneas negras o azules esperando ansiosamente para concebir palabras, en la pagina no pautada que se constituye de líneas desajustadas, chuecas o en la tela en blanco que refleja la mirada o el brillo azulada de la ventana recién abierta. La rutina o en el peligro. La sorpresa o la represión. No. Nada de eso importa. No hace diferencia si tus frases de efecto son proliferadas para un ejército de un hombre o una multitud de cabezas vacías. No hace diferencia si tus palabras ordenadas están en un lugar privilegiado entre los más vendidos o en un cajón perdido, completamente olvidado. Nada de eso importa. No importa tus influencias, mucho menos tus libros favoritos. No hace falta poner tus visiones, tus ideologías, tu falsa moral, tu educación o tu cordialidad para llenar un párrafo hasta llegar a la décima cuarta línea. No os empanturre de hechos anormales o de teorías modernas que no son graciosas sobre el fin del mundo o sobre el próximo fin de semana. Ni todos quieren odiar. Algunos quieren simplemente saciarse de lo nada, o regurgitar conclusiones en sus caras. Quieren escupir sobre tu plato y vomitar tus verdades. No penses que tu menú es único y exclusivo. No vas a cambiar el mundo con tu postre fluorescente o una disertación sobre los pardales. No van a ser todos los que se van a enamorar de lo que decir, o por lo que pretendes ser, pero eso no hará diferencia para vos. Porque nada hace. Lo que importa no esta en lo que se siente, en lo que se hace o en lo que se miente. La única cosa que interesa es que sos vos el responsable de poner el espacio entre el primer párrafo y el último punto final. Todo lo demás, no importa.




2 comentarios:

  1. Me gustó mucho!!
    Qué cierto es lo que decis!!

    Expresas libertad, desataduras. Justamente hoy estuve leyendo un artículo sobre autores argentinos, y me acordaba de vos cuando me decías, en alguna conversación, que no estudiabas letras porque no querías que cambiaran tu arte. Y qué bueno que no lo hiciste! Yo amo tu propio estilo!!
    Igual, aun soguiendo tus consejos, no es tan fácil como lo haces parecer.
    Un guiño

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  2. que verdades dices... yo adoro la libertad que se gana cuando dejas libre tu mente y la plasmas en un trozo de papel...que sensación mas reconfortante!!!

    http://80y20.blogspot.com.es/

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