29 de enero de 2012

Creatividad


Era nueva y llena de vida… Se murió, se fue, me abandonó. Las razones aún no se saben, me pierdo en el misterio. No dejó herederos y no firmó testamento. Dejo huérfanos a muchos párrafos inacabados y a textos solitarios alejados de un inicio o de un  final. Y no satisfecha con atormentarme en su ausencia eligió llevarse también la paciencia de las longas tramas y el suspenso de los personajes bien estructurados y complicados.
Se encerró en su habitación y llevó la llave de todas aquellas lindas historias de amor y secreto, de cómo hacer arte del sufrimiento y del dolor. Y a partir de su inesperado adiós, termine también por abrir mis ojos y nada pude ver. Los chistes tontos, las poesías rápidas y las respuestas a veces inteligentes también me abandonaron por completo: no encuentro sentido en hacerme eso justo ahora. Las frases cortas tampoco aparecieron, las frases de despedida que tanto me ayudaban en el final, se hicieron recuerdo de algo que no tengo más.
Es así, aquí descansa mi creatividad. Se murió, no se sabe de que. Pero aun no la enterré. Aún tengo esperanzas de que sea solamente, una triste, pero temporaria, catalepsia.



1 comentario:

  1. Pues para estar sin creatividad, sigues escribiendo muy bien. También he pasado por eso, recientemente volví a escribir después de casi 4 meses. Paciencia...
    Tchau

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