20 de octubre de 2012

(Des)Romántico


Si te rescato es con lengua tibia. Mi grito, que es seco, no te alcanza. Una vez más escupiendo ese romance recalentado, desgarrado, desmenuzado, predestinado a la sabana sucia del telo. Des-romántico, casi te digo que no, que te vayas, que golpees la puerta de mierda, y que el diablo te lleve y que nunca te vuelva a traer.

Ganas insanas de tirar la colilla del cigarrillo prendido en tu ojo izquierdo o arrancar un pedazo de tu labio inmenso, no se, cualquier cosa, pero no. Respiro, respiro, mirando bien en lo profundo de tus ojos que se imponen en el cruce con los míos.

Y solo entonces abrir la boca para decir el si. Mi si de Augusto al revés, mi si de distraído. A media luz te acepto pues ya no me queda otra. Y es en el cielo de tu boca que despejo mi desprecio, arrojando ese asco por tus rojas encías. Si te rescato es con la lengua tibia. Estuprando tus sentidos mientras sangro sin final.

Pues yo, (des)romántico, tengo una solo un momento (breve) en mi distracción.


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