14 de agosto de 2010

Talento

Tenía un amigo que tenía talento para ingeniería.

Desarmaba a la maquinita y la volvía a armar. Un día vio escrito en una de ellas:

Se necesita pilas.


Ahora yo, tenía talento para ser poeta.

Lo que desarmaba era a mí mismo.

Casi siempre armaba mal y me quedaba tirando de una pierna.

Seguía siendo poeta porque era incompleto.

Y seguí incompleto porque era poeta.

Aún hoy tengo escoliosis por eso.


2 comentarios: