Lo único seguro, es que hace falta caminar. Para
adelante siempre. Más lejos que lo infinitamente posible.
Por eso estoy seguro de que hay quien
pueda así, ultrapasar barreras y romper paradigmas eternos. Como también quien termine estancado, con mil pasos por dar, en dirección a lugar alguno.
Y yo? Que no
soy quien, que no soy alguien, que no soy nadie? Sigo a pasos lentos, como si
estuviera huyendo de las flechas del acaso, persiguiendo la confianza que nunca
tuve.
Hasta que llego donde no hay más donde pisar, y sin tener para donde caminar o huir, me detengo en la
trampa final y acepto todo lo que no puedo prevenir.
Para
finalmente perderme en un inmenso mar de comas, puntos suspensivos, y puntos
finales. Para definitivamente no alejarme más.
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